La Audiencia Provincial vuelve a dar la razón a Luis García tras los ataques de Mena

La sección sexta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha vuelto a dar la razón a Luis García, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Arona, en la guerra judicial orquestada contra él desde el PSOE de Arona 

La resolución de los tribunales ha tirado por tierra todas y cada una de las acusaciones penales esgrimidas contra él entre 2020 y finales de 2023 por un vecino de La Laguna estrechamente vinculado desde el pasado mandato a Mena, así como por los ediles socialistas afines a Mena.

En concreto, en marzo de 2023 el juzgado de instrucción de Arona dictó auto de sobreseimiento libre de las diligencias previas iniciadas a raíz de esa querella infundada. Y ahora se ha dictado auto desestimando la apelación presentada por el denunciante y su abogado ya que según la resolución de la Sala nunca hubo causa, ni motivación ni fundamento jurídico ni técnico que sustentara tal querella, condenando por ello al denunciante en costas “vista su temeridad”.

La Cara de Mena lo dice todo 5121

Desde 2020 Mena y su grupo socialista han usado esta querella, presentada contra Luis García y dos técnicos, para intentar apartar a Luis García de la política desacreditándole como gestor público. Desde que Mena perdió la mayoría absoluta que ostentaba antes de la ruptura del PSOE de Arona en marzo de 2020, ruptura que utilizó Mena para destituir a Luis García como concejal. Tanto en la oposición como desde que García ha vuelto a ser concejal de Urbanismo de Arona en representación de Más por Arona, los socialistas de Arona, encabezados por Mena, han utilizado la querella ahora archivada para intentar apartarle de cualquier trámite vinculado con este expediente o cualquier otro que interesara al PSOE.

El nuevo auto ha vuelto a dejar constancia de que las acusaciones del entorno socialista carecen de fundamento y de que están usando los tribunales de justicia para fines particulares oscuros que nada tienen que ver con el interés general ni con la gestión pública de un concejal en un Ayuntamiento.

Fruto de ese empecinamiento, Mena partió en dos su gobierno: la mitad de aquel gobierno defendió la inocencia de García y la tesis de que lo que subyacía detrás de su cese y de la guerra judicial emprendida contra él fueron las ansias de Mena y de personas de su entorno ajenos al equipo de gobierno (e incluso, al Ayuntamiento) de hacerse con el control del Urbanismo.

García siempre ha indicado que el origen de la discrepancia y posterior ruptura con Mena radicó en la negativa a acatar la orden menista de bloquear o ralentizar la tramitación de ciertas licencias que, según el criterio técnico y jurídico, eran legales, así como el control y poca claridad entorno a decisiones tomadas en el marco de los trabajos de la revisión del PGOU que se estaba trabajando en aquellos meses. 

Mena cesó al edil de Urbanismo, apartó a un técnico municipal de su puesto (decisión luego anulada judicialmente por vulneración de derechos) y avaló desde su gobierno en minoría acciones consistoriales contra ciertos proyectos de un empresario en particular (la nave de Guaza citada en esta querella y el centro comercial Arts), las cuales también están siendo desautorizadas por los tribunales por no ajustarse a derecho.

Como han mantenido García y los ediles críticos con Mena (agrupados bajo Más por Arona), esta querella y todas las acciones judiciales que se están dirigiendo contra el edil de Urbanismo forman parte de una estrategia que persigue políticamente a Luis García y que intenta distraer la atención de oscuros intereses urbanísticos que marcaron la etapa de gobierno menista y que ha quedado reflejado en ciertos expedientes municipales. 

En esta persecución judicial, el modos operandi suele ser el mismo: 

  • Mena y su círculo cercano no denuncian directamente, sino que recurren a terceras personas, se trate de un vecino residente en el Norte de la Isla (en este caso, el querellante no pudo ni justificar en los tribunales su interés en este caso) o de concejales inexpertos que desconocen el fondo de los asuntos que llevan a los tribunales.
  • El abogado de la acusación siempre es el mismo, relacionado a Mena y estrechamente vinculado a su círculo político y familiar.
  • Los socialistas han utilizado esas querellas para atacar a García en medios de comunicación, en redes sociales y en comisiones y plenos municipales.
  • Cuando los tribunales archivan esas querellas o queda claro que no van a tener recorrido, son apeladas o se amplían artificiosamente y se retoma la guerra de titulares.
  • Las noticias sobre esas denuncias se apoyan en “fuentes cercanas al caso” o estrategias similares: nadie da la cara públicamente en esas noticias sesgadas y los medios que las difunden callan cuando las querellas son archivadas.
  • Entre querella y querella, además de García, en esas noticias son señalados técnicos y personal municipal con el aparente objetivo de que se abstengan de informar o continuar la tramitación de determinados expedientes que le interesa paralizar a la mano negra que se esconde tras las querellas. También tratan de usar la misma estrategia para hacer dudar a la alcaldesa y a los socios de gobierno de Más por Arona sobre su apoyo a Luis García.

Además del empecinamiento en la persecución política al Concejal, parece ser que la prioridad socialista y de su entorno parece dirigida a paralizar el Urbanismo del municipio, bloqueando tramitación en curso, alargando procedimientos de planes parciales en ejecución con informes favorables o fiscalizando el trabajo del personal del Área de Urbanismo en vez de fiscalizar la labor en la gestión pública de los responsables políticos. 

La pregunta que se hace Luis García y de Más por Arona siempre es la misma: ¿por qué se maltrata el municipio de esta manera por parte del Psoe de Arona?

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